En un desafortunado incidente ocurrido al sur de Tokio, dos helicópteros SH-60K de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón se estrellaron en el océano Pacífico durante un entrenamiento nocturno, llevando a bordo un total de ocho tripulantes. El Ministerio de Defensa japonés ha confirmado la noticia y ha iniciado una intensa operación de búsqueda y rescate, con el rescate de uno de los tripulantes, cuyo estado de salud aún se desconoce.
Los helicópteros, que participaban en ejercicios antisubmarinos, perdieron contacto cerca de la isla Torishima, aproximadamente a 600 kilómetros al sur de Tokio. La operación de rescate ha movilizado ocho buques de guerra y cinco aeronaves, en un esfuerzo por localizar a los siete tripulantes aún desaparecidos. Fragmentos de los helicópteros han sido recuperados, confirmando las sospechas de un siniestro.
Este accidente se produce en un contexto de creciente tensión en la región, donde Japón ha intensificado sus ejercicios militares en respuesta a las actividades de China. El país nipón continúa fortaleciendo su postura defensiva, especialmente en las islas del suroeste y el mar de China Oriental, realizando maniobras tanto independientes como conjuntas con Estados Unidos y otros aliados.
La tragedia recuerda la vulnerabilidad inherente a las operaciones militares y pone de manifiesto los riesgos asociados a los entrenamientos en condiciones exigentes. El gobierno japonés, junto con las fuerzas armadas, se enfrenta al desafío de asegurar la seguridad de sus operativos mientras intensifica sus capacidades defensivas en un área geopolíticamente sensible.
Este evento sigue a otros accidentes militares recientes en Japón, incluyendo la pérdida de un helicóptero Blackhawk y un avión de combate F-15, que también resultaron en la pérdida de vidas. Estos incidentes subrayan la necesidad continua de evaluar y mejorar las medidas de seguridad en las operaciones militares del país.