En un giro conmovedor de los eventos, una bebé que inicialmente fue declarada muerta y posteriormente mostró signos vitales durante su propio funeral, ha fallecido este sábado después de luchar por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de Ciudad del Este, Paraguay.
La dirección del hospital confirmó que la pequeña, un recién nacido pretérmino extremo que pesaba solo 400 gramos al nacer a las 26 semanas de gestación, sucumbió a un paro cardiorespiratorio el viernes por la noche. Según el Dr. Federico Schrodel, director del hospital, pese a los esfuerzos por reanimarla durante aproximadamente 20 minutos, la bebé falleció a las 21:30 hora local.
La bebé había estado recibiendo cuidados intensivos desde su nacimiento sorpresivo el viernes de la semana pasada, cuando su madre, una joven de 21 años, enfrentó complicaciones severas en su séptimo mes de embarazo que requirieron una cesárea de emergencia.
Este caso, que ha capturado la atención y la empatía del público, subraya los desafíos médicos y emocionales asociados con el nacimiento de bebés extremadamente prematuros y de muy bajo peso.