ALBUQUERQUE, NUEVO MÉXICO — En una serie de incidentes que han suscitado controversia, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ha confiscado cargamentos de cannabis autorizados por el estado, sumando más de 300 mil dólares en los últimos meses. Estos sucesos ocurren en los puntos de revisión de carreteras del sur de Nuevo México, una zona especialmente vigilada debido a su proximidad con la frontera mexicana.
La gobernadora demócrata de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, ha elevado esta problemática ante Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., tras discutir la situación que parece afectar desproporcionadamente a Nuevo México en comparación con otros estados con mercados de cannabis regulados.
A pesar de que las ventas legales de cannabis en Nuevo México han superado el billón de dólares desde la regulación del mercado recreativo hace dos años, los transportistas del producto enfrentan detenciones prolongadas y confiscaciones en puntos de revisión que buscan principalmente detectar inmigrantes irregulares y narcóticos ilegales.
Representantes de 10 empresas de cannabis de Nuevo México han solicitado a la delegación del Congreso estatal que intervenga para asegurar el libre tránsito de estos envíos, argumentando que los empleos y las inversiones están en riesgo. Además, han pedido compensaciones por las pérdidas ocasionadas por estas confiscaciones federales.
El gobierno de Nuevo México está desarrollando estrategias para proteger su industria del cannabis, mientras que el secretario Mayorkas ha reiterado que no ha habido cambios en las políticas federales respecto al cannabis legalizado.