MONTERREY.- Un lamentable episodio de vandalismo sacudió las tranquilas mañanas del Paseo Santa Lucía, uno de los puntos neurálgicos del turismo en Monterrey. Este domingo, la escalinata del Museo de Historia Mexicana fue testigo del caos: maceteros destrozados y botes de basura arrojados al lago artificial que adorna el corredor. El personal de mantenimiento se encontró con la desoladora escena de nueve contenedores de residuos y cinco macetas de gran tamaño, completamente dañados y dispersos a lo largo del espacio público.
Andrés, un empleado dedicado a la limpieza del lugar, descartó que el aire haya sido el causante, dada la pesadez de los objetos destruidos. Según su testimonio, “es imposible que haya sido el aire. Las macetas son pesadas, imagínate con la tierra y la planta; y los botes también por el metal. Tuvo que haber sido un grupo de personas”. Este acto no solo dejó un rastro de destrucción, sino que también afectó la imagen del área frente a ciudadanos y turistas.
Mientras tanto, el personal del Parque Fundidora ya está en marcha con labores de limpieza, retirando los desechos y restableciendo la belleza del sitio, asegurando que los visitantes puedan seguir disfrutando de este emblemático espacio de Monterrey.