En un evento que ha levantado cejas y preocupaciones por igual, residentes de Monterrey se encontraron con una sorpresa nada agradable en el sistema de drenaje de la ciudad. Durante una inspección rutinaria, los Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey descubrieron una masa amarillenta que obstruía el flujo normal de los desechos. Este hallazgo, compartido en redes sociales el pasado martes 23 de abril, desató una ola de especulaciones y dudas entre los ciudadanos.
Contrario a las primeras impresiones que sugerían desde excremento hasta lodo, esta masa resultó ser una acumulación de grasas y aceites. Estos residuos, al ser vertidos en el desagüe, cambian de estado de líquido a sólido, adhiriéndose a las paredes de las tuberías y causando serios problemas, no solo al funcionamiento del sistema sino también representando un riesgo ambiental considerable.
El fenómeno, aunque común, es un serio recordatorio de las consecuencias de malas prácticas domésticas en la disposición de residuos. La acumulación de estas sustancias puede llevar a desbordamientos y otros problemas sanitarios que afectan directamente a la comunidad.
Para prevenir futuros incidentes, los expertos recomiendan una disposición más consciente de grasas y aceites. Una buena práctica es dejar enfriar estos líquidos y luego verterlos en un recipiente con tapa hermética, que puede almacenarse en el refrigerador hasta que esté listo para ser desechado en el cesto de basura. Estas acciones no solo ayudarán a mantener el sistema de drenaje funcionando eficientemente, sino que también contribuirán a la salud ambiental de Monterrey.